Geografía de las zonas de barranquismo

Si bien el deporte suele llamarse barranquismo, no es tan fácil como reducir a una “barranca” el lugar donde se realiza. De hecho tiene una denominación correcta el lugar donde este deporte se va a poner en práctica.

Quienes practican este tipo de deportes tienen muy en claro cuál es la geografía que van a buscar para realizar el descenso. Cuando hablamos de Barrancos o Cañones nos estamos refiriendo a entalladuras producidas por el paso del agua en las rocas de los macizos montañosos: de todas maneras hay diferencias también entre ellos, de acuerdo a la procedencia del agua y su comportamiento en el mismo. Cuando hablamos de Barrancos en este caso se trata de entalladuras cuyo caudal suele ser estacionario o fruto de aportes debidos a tormentas o deshielos, mientras que el Cañon es aquel cuyo caudal es más o menos perenne y lógicamente también condicionado a tormentas y épocas de deshielo.

Tal vez si es la primera vez que te dedicas a este tipo de deportes o no hace mucho que conoces de él, este tipo de nomenclaturas no sean determinantes, pero una vez que hayas entrado en el tema, como en cualquier ámbito es preferible que hables con propiedad sobre todo para que no generes confusiones en los deportistas que también lo practican y que hablan contigo.

Sabes que aquí lo importante es el agua. Es ella quien genera estos efectos geográficos que le dan lugar a la práctica de este deporte. Además de los Barrancos y los Cañones hay posibilidad de que el agua también se encargue de generar cascadas, aguas estancadas o terrenos más o menos transitables.

Si bien la erosión del agua sobre las rocas puede hacer que el terreno sea propicio y hasta incluso atractivo en la práctica del deporte, puede también que con el tiempo las condiciones empeoren o cambien sin que lo hayas advertido. Recuerda que siempre corre agua por determinado lugar, así que si ya conoces un barranco, pero hace mucho que no desciendes por él, asegúrate de que esté como lo dejaste, o que sus condiciones, aún con los cambios sean óptimas para que puedas bajar con tranquilidad.

El agua erosiona de manera despareja y hasta peligrosa, y hay que tener mucho cuidado con los cortes. En ese caso, siempre hay que realizar el deporte con las medidas de seguridad y el equipamiento correspondiente, porque aunque no lo parezca se pueden presentar zonas de mucho filo, o puntas que pueden lastimar.

Otro de los fenómenos que produce el agua y para el que hay que estar preparado es la cavitación que es un fenómeno producido cuando el agua se descomprime, por ejemplo en el rompimiento de una cascada y que produce en kilos un peso importante. Hay que tratar de evitarlo, para no salir lastimados.

Por lo tanto hay que tener siempre en cuenta que el agua es tan protagonista como el paisaje o las rocas y que no siempre la caída se dará de manera sencilla. El agua puede generar desde zonas más o menos resbalosas, hasta zonas peligrosas y erosionadas que no están lo suficientemente firme. Si bien este tipo de características, no suelen ser importantes al comenzar a practicar este deporte, deben serlo muy pronto para saber a qué te enfrentas.

 

 

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